viernes, 15 de junio de 2012

Introduccion

La sociedad contemporánea, exige que el futuro donde se reflexione sobre cómo se puede contribuir a mejorar la educación que se imparte en los diferentes institutos educativos del país, al tiempo que debe ser sensible acerca de su preparación académica y autoaprendizaje permanente. La enseñanza debe ser flexible y abierta a los cambios, estar dispuesta a reorientar los contenidos, si es necesario, para que estén acordes con las necesidades de los alumnos y el contexto en el cual se trabaja.

En un mundo signado por lo digital, surgen nuevas formas de enseñanza, de allí la perspectiva cada vez más sólida con el mundo digital. Un profesional que sea capaz de establecer un vínculo entre  la enorme cantidad de información, las nuevas formas de presentación de la misma, así como el tratamiento y acceso a ella, independientemente de las barreras espacio-temporales y esto lo logra a través de la conformación de comunidades de aprendizajes.

  La mediación educativa, es un concepto que ha venido a afectar el modelo de relación entre la persona, la cultura y la enseñanza. En la actualidad no sólo los libros representan herramientas válidas y disponibles para desarrollar situaciones educativas. La era digital ha puesto a disposición de la instrucción, un conjunto de nuevos medios que permiten un mayor aprovechamiento de los procesos de aprendizaje de los alumnos.

El carácter cada vez más cotidiano de lo digital, enfrenta al maestro con el imperativo de dominar las tecnologías de la información y de la comunicación para satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje, no sólo de sus estudiantes sino también de si mismo, bajo la premisa de su formación permanente y autodirigida. Sin lugar a dudas, la sociedad tecnológica demanda al docente un particular modo de “asumirla críticamente y en lo posible transformarla”.
Por tal motivo, debemos  de contar con una formación académica que nos posibilite:
a) asumir el conocimiento tecnológico;
b) hacerlo un contenido apto para la enseñanza;
c) descubrir los efectos negativos de la sociedad tecnológica;

d) proyectar la dimensión moral ante el avance tecnológico constante.


LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO PARTICIPATIVO

Para poder realizar un trabajo participativo se requiere:


La investigación participativa que tiene tres elementos esenciales: las personas, el poder y la práctica (Fin, 1994). Está centrada en las personas, en la medida que son ellas quienes brindan información durante el proceso de averiguación crítica y responde a las experiencias y necesidades de las personas involucradas. La investigación participativa tiene que ver con el poder.
El poder es crucial para la construcción de la realidad, el idioma, los significados y los rituales de la verdad; el poder funciona en todo el conocimiento y en cada definición. El poder es conocimiento y el conocimiento crea verdad y por lo tanto, poder (Foucault, 1980). La investigación participativa también tiene que ver con la práctica. Reconoce la indivisibilidad de la teoría y la práctica y la concientización fundamental de la dialéctica entre lo personal y la política.
 La investigación participativa hace del aprendizaje del enfoque participativo una parte central del proceso de investigación. La investigación no se realiza tan sólo para generar hechos, sino para desarrollar comprensión de uno mismo y su contexto. Tiene que ver con la comprensión de cómo se aprende, que permite a las personas convertirse en alumnos autosuficientes y evaluar el conocimiento que otros generan. Una buena investigación participativa ayuda a desarrollar relaciones de solidaridad convocando a las personas a investigar, estudiar, aprender, y luego actuar conjuntamente. No hay una fórmula preestablecida, un método paso a paso o una forma 'correcta' de hacer investigación participativa. Antes bien, la metodología participativa se describe mejor como un conjunto de principios y un proceso de compromiso en la investigación

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